Nano '23 - El primer bache
Donde te cuento la segunda semana del nano y cómo sobrellevo los baches
Amiga,
Sé que esta newsletter llega más tarde de lo que tendría que llegar, pero déjame contarte cómo ha ido esta semana.
Cómo va el proyecto
Creo que es de recibo que, primero, te cuente un poquito cómo va el #ProyectoDespedida. Lo cierto es que va más o menos bien: voy un poco por detrás de lo que debería ir, pero nada que no sea recuperable. Aun con todo, estoy contenta con cómo están yendo las cosas. Según te escribo esta cartita, llevo 19661 palabras de las 20k a las que tendría que haber llegado hoy. Como te digo, un poco por debajo pero nada preocupante.
La historia está fluyendo… más o menos. Y este es el primer motivo del bache.
Los parones en la historia
No todos los puntos en una novela son igual de interesantes de leer y de escribir. Para que haya un ritmo, tiene que haber subidas y bajadas, pequeños parones en la intensidad y luego acelerones que te hagan quedarte con el corazón a mil y con ganas de más. Para mí esta es una de las cosas que más difíciles me parecen a la hora de escribir, sobre todo porque yo esto lo hago por intuición y la intuición no siempre te dicta lo que está bien.
Pues bien, esta semana me he encontrado en mi historia con uno de esos momentos de balsa, de calma, de poca intensidad y uf, se me ha hecho una bola escribirlo. De hecho, he tomado la determinación de dejar una escena en standby con su correspondiente notita para volver a ella en otro momento.
Esto es algo que no suelo hacer. De hecho, este nano está siendo un momento de redescubrirme a mí misma y redescubrir qué me funciona y qué no a la hora de atacar un proyecto grande como una novela y déjame decirte que está siendo una experiencia muy guay. Estoy dejando escenas de lado que no me funcionan en ese momento para encargarme de ellas más tarde, estoy haciendo una ligera planificación usando Milanote (quién me ha visto y quién me ve), estoy apuntando todas y cada una de las ideas que me vienen a la cabeza porque confiar en mi memoria está claro que no es lo ideal.
Lo cierto es que estoy bastante orgullosa con cómo estoy llevando este nano. No está siendo fácil, desde luego (creo que de por sí el nano no es un reto fácil), pero estoy consiguiendo tirar adelante con él y creo que, ya solo por eso, tengo que estar orgullosa de mí misma.
La cartita de hoy va a ser mucho más corta que las de otras semanas, principalmente porque tampoco tengo mucho tiempo que dedicarle. Cualquiera diría que esto de estar en paro (si, me quedé en paro el jueves) te hace tener un montón de tiempo pero lo cierto es que tengo que hacer mil y una cosas así que te dejo, a ver si consigo arañar unas cuantas palabras para el nano mientras me tomo el café.
Hasta la siguiente cartita, amiga